Cuando nacimos sentimos un dolor profundo de separación y eso nos genera un trauma de nacimiento, sentimos separados del universo, de la vida y buscamos la pertenencia de sentirnos queridos y amados, vivimos con el miedo de estar solos o no tener ciertas cosas.
Inconscientemente sentimos culpables a la hora del parto, porque queremos o no, nuestra madre sufre un dolor, aunque es un dolor placentero, e esa sensación de hacer daño se queda en nuestras memorias.
El objetivo de este taller es trascender los traumas y revivir nuestro nacimiento.

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